Por Hernán López
La semana pasada, la titular de la Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, abrió la polémica cuando indicó que una eventual administración de Daniel Scioli serviría como transición a un regreso, también hipotético, de Cristina Fernández de Kirchner en 2019. Un comentario que no cayó bien y, en los últimos días, generó varias respuestas.
Es que, indirectamente, le quitaba peso propio y carácter a la figura de Scioli, postulante presidencial del Frente para la Victoria.
"Daniel Scioli es una transición a la espera de que vuelva Cristina Kirchner, es una transición constructiva a la espera del regreso de Cristina", fue la frase de la dirigente, referente en derechos humanos.
Uno de los primeros en reaccionar, Omar Viviani, salió a aclarar los tantos y romper una lanza por el Mandatario provincial. "Es una expresión de la señora Carlotto, a quien respeto muchísimo, pero ningún Gobierno peronista es de transición. De hecho, cada vez que el peronismo dejó el Gobierno fue por un golpe de Estado o por término de mandato", señaló el líder de los taxistas.
"Estamos trabajando para que Scioli gane en primera vuelta y estamos convencidos que va a tener dos períodos como dice la Constitución nacional. Y si dentro de 8 años podemos tener un Gobierno peronista lo vamos a hacer", apuntó el sindicalista, ex socio de Hugo Moyano y actualmente enrolado en las filas de la CGT oficialista conducida por Antonio Caló, todo un gesto de la pata gremial.
Otro de ellos fue el director ejecutivo de la ANSeS, Diego Bossio, más crítico en su caso. "Decir que Scioli será un Presidente transitorio roza la irresponsabilidad, es una imprudencia", manifestó aunque también subrayó que en el país "no hay un mesías que venga a resolver los problemas de los argentinos" para el nuevo período, que empezará en diciembre de este año.
"Scioli es la persona indicada para gobernar los destinos de la patria", recalcó el titular de la cartera previsional.
Sin embargo, Scioli también tomó la voz cantante y entró en la polémica él mismo, en una muestra de relativa autonomía, quizá necesaria para todo el electorado no k y las versiones de que hay un plan del Gobierno nacional para limitarlo. "No voy a ser un Presidente de transición, cambiaré lo que haya que cambiar", resaltó el candidato de la coalición oficialista.
"Los argentinos no quieren que haya un cambio total, pero precisan que interpretemos sus nuevas demandas", advirtió.
"Soy el candidato que transmite más confianza, más coherencia y más certidumbre", completó el Gobernador, naturalmente que sin cargar contra Carlotto y procurar un tono medido a la hora de despegarse.
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